Tigre 1 – Chicago 0. «Uno más… y no jodemos más…»

El Club Atlético Tigre derrotó por 1 a 0 a Nueva Chicago en el partido de ida de la promoción, por un lugar en la máxima categoría del fútbol argentino. El gol, o mejor dicho el golazo, lo marcó Lázzaro a los 31´ del primer tiempo. El encuentro se jugó en el Monumental de Victoria ante un marcó espectacular con ambas tribunas repletas. La revancha se jugará el lunes 25 en Mataderos.

En la primera etapa, el equipo de Diego Cagna se llevó por delante al «torito», a sabiendas de que esta vez la ventaja deportiva no lo favorecía y lo arrinconó contra su propia valla. El movedizo Wilchez se adueño de la pelota y generó las mejores chances asistiendo siempre al compañero mejor ubicado. El goleador del encuentro lo tuvo dos veces pero sus remates se fueron muy desviados. Minutos mas tarde el que se lo perdió fue Pereyra tras una muy buena jugada colectiva.

Chicago tardó mucho en encontrar la brújula. Le costó horrores tomarle el pulso a Tigre. Y recién cuando parecía lograrlo, sufrió la desventaja en el marcador. De espaldas, dentro del área, Lázzaro la dejó picar y se despachó con una chilena espectacular. La pelota superó el esfuerzo de Navarro Montoya y se clavó cerca del ángulo superior izquierdo haciendo delirar a los 16.000 hinchas del «matador». Muy respetuoso de su pasado en Mataderos, el «9» no lo gritó.

La única jugada clara de Chicago fue un remate defectuoso de Damonte que el arquero envió al tiro de esquina.

En el complemento se invirtieron los roles. Tigre se retrasó con el propósito de acertar algún contragolpe y Chicago, urgido por la desventaja, se hizo cargo de la posesión de la pelota. De a poco, la visita comenzó a preocupar, aunque sin la nitidez suficiente como para poner en serios apuros a Islas. El matador sintió la baja de Lázzaro que fue sustituído por una lesión -en su lugar entró Salmerón pero no tuvo el mismo peso ofensivo- luego salió Wilchez y las aproximaciones al arco rival se hicieron cada vez más esporádicas.

Entonces cuando «las papas» empiezan a quemar aparece la figura de Stang o la de Alexis Ferrero y de todos los «guerreros» que juegan de la mitad para atrás. Y así, Tigre defendió el uno a cero (ventaja mínima, pero ventaja al fin). El árbitro Laverni -amante del «siga siga»- decretó el final y la popular local estalló de alegría.

Ahora hay que ir a Mataderos a jugar de igual a igual y dejar la vida en cada pelota para poder conseguir el tan ansiado ascenso a primera. Quedan noventa minutos:»el cielo» o «el infierno». Ustedes pueden muchachos!

TIGRE: «Uno más… y no jodemos más»…