El partido resultó entretenido, vibrante, con emociones y numerosas acciones de riesgo. Tigre prevaleció en el tramo inicial con una propuesta que tomó mayores riesgos. Sin embargo, el conjunto de Victoria perdió fuerza y sintió en el primer tiempo la escasa gravitación de Román Martínez, el valor principal del equipo azulgrana para crear fútbol. Racing, con prolijidad y buenos movimientos, realizó un planteo inteligente y supo aprovechar los errores defensivos de Tigre. Claudio López se convirtió en una vía efectiva en ofensiva: capitalizó los espacios que le brindó Martín Galmarini y se convirtió en un factor desequilibrante.
Jugaron un gran primer tiempo en Victoria. Los dos tuvieron muy buenos pasajes de fútbol, crearon muchas situaciones para convertir. Arrancó mucho mejor el local. Ayala se adueñaba de la pelota y Galmarini y Rusculleda se imponían por los costados y de no ser por Navarro, que en dos ocasiones salvó su arco, podría haberse puesto en ventaja. A Racing le costó el inicio, no hacía pie en la mitad de la cancha y sólo se mostraba sólido en los centrales (Cáceres y Yacob). Sin embargo, a partir del cuarto de hora empezó a complicar a los tres defensores de Tigre y la razón fue porque Costas le puso tres delanteros: Avalos, Sava y López.
La Academia generó muchas chances para abrir el marcador. El palo evitó el gol de Pellerano, el Piojo definió mal tras un pase de Sava, Islas mandó al córner un remate de Sosa, Avalos no pudo empujar una habilitación de López hasta que llegó la apertura del marcador, a los 34 minutos, cuando Sava, con un cabezazo en el área, venció a Daniel Islas después de un centro lanzado por Martín Romagnoli.
En el arranque del complemento el matador manejó la pelota y a base de centro metió a Racing en su área. Tigre, con el impulso de Néstor Ayala, salió a jugar el segundo tiempo con una dosis mayor de agresividad y enseguida cosechó frutos. En un minuto demoledor pasó a liderar el marcador: un cabezazo de Ayala, luego de un centro de Sebastián Rusculleda; y otro de Lázzaro, tras una habilitación de Sebastián Ereros, le dieron la ventaja a los de Cagna.
Racing sintió el golpe, se desordenó y el equipo de Cagna pudo haber marcado el tercero con un mano a mano de Lázzaro que tapó Navarro y en el rebote Ereros la tiró afuera. Sin embargo, en su peor momento, los de Costas encontraron el empate en un remate desde afuera de Sosa. El partido continuó abierto, con posibilidades de gol para los dos equipos. Los dos querían ganarlo, aunque cada vez llegaban con menos claridad. Los técnicos metían cambios y uno de ellos, Suárez, le ganó la posición a Yacob, eludió al arquero correntino y tocó suave en el arco vacío y definió el partido a favor de Tigre, que deliró en el festejo ante su gente en un estadio repleto…
Con este triunfo el Matador sigue prendido ahí arriba, algo que nadie se imaginaba al comienzo del campeonato. Los hinchas estan locos de contentos con este presente y con este equipo, parece un sueño del cual no quisieran despertar jamás. Hoy Tigre ya no es sorpresa y rindió unos de los exámenes difíciles que tenía contra la academia por lo que hoy el equipo de Victoria se recibió de verdadero profesor, mejor dicho, verdadero MATADOR.
…Y por eso… «más de uno se quiere matar»…
FICHA DEL PARTIDO